“No estaba muerto, que estaba de parranda”. De parranda o viviendo y viviendo…. No os imagináis cuantas cosas.
No es
el momento de hablar de viajes a otros países como he hecho en anteriores
veces, si no de uno de los mayores y más
aventureros viajes de mi vida; sin casi darme cuenta, mi vida ha cambiado
de principio a fin. Ya os acordáis de que yo era un loco director de una
empresa de IT en la India. ¿Me creeríais si os digo que vivo en estos momentos en Florida y me he casado con una preciosa india? Si ya mi madre lo dice, “saltabas
o muro de pequeño e aínda non paraches”. Ella se refería, metafóricamente, al
muro que rodeaba nuestra casa en Coruña del que yo escapaba con mi perra Kisi
para sumergirme en mis aventuras por el bosque. Me encantaba hacerlo…
En
estos momentos nos encontramos en una preciosa casa en Florida, concretamente en Saint Petersburg, viviendo con unos
familiares de mi esposa que son de lo mejor que uno se puede encontrar. La vida
siempre me ha guiado como una madre para dejarme caminar pero no hacerme daño
si tropiezo. Y de la misma manera, nos ha traído hasta aquí para tratar de
arrancar de nuevo en un lugar precioso. Ojalá
todos podáis venir a visitarnos…
Pooja, mi mujer (todavía tengo que acostumbrarme
al término), es una increíble fisioterapeuta con el mejor trato humano que jamás he visto. La manera en que conecta con
sus pacientes siempre me ha asombrado e incluso alguna vez, emocionado profundamente.
Tenéis que haber visto lo que vi yo cuando Pooja, a petición de su padre, visitó
la humilde casa de unos viejos amigos de la familia en Goa, cuya hija tuvo un
accidente que la dejó en una silla de ruedas. Pooja no solo la ayudó
físicamente, si no que tendríais que ver como hizo a esa chiquilla creer de
nuevo que volvería a andar, iluminando su cara con una gran sonrisa (y a mí con una lagrima que tuve que esconder).
Y aquí
estamos ahora en Estados Unidos. En estos momentos planeando el futuro y
tratando de arrancar con nuevos proyectos.
No puedo negar que echo de menos el volver a emocionarme con mi trabajo y
sentirme productivo. Pero sé que ya está
a punto de llegar…
Algunos
estaréis pensando que no cuento nada sobre
la boda. Pero 1500 imágenes en Facebook valen más que mil palabras… Solo
deciros que ha sido una de las experiencias más increíbles de mi vida, sobre todo
por poder tener a mi familia y amigos
cerca de mí y verlos llorar de felicidad, y por haber tenido la fortuna de casarme
con la mejor niña que existe en la faz de la tierra. Increíble. Tan solo uniros
a esta página de Facebook para ver “algunas” fotos. 505 personas siguiéndola no
pueden estar equivocadas…
Un fuertísimo
abrazo a todos.